¿Los mejores?

En 1915, mi padre Jerónimo se vio obligado a abandonar su ciudad natal Brujas, Flandes Occidental, Belgica debido a la Primera Guerra Mundial. La sombra de la muerte acechaba constantemente, pero su madre, una mujer con dones de videncia excepcionales, siempre lo protegía. Al partir, le prometió ayudar a todos aquellos que pudiera con la herencia genética que llevaba consigo. Ese mismo año, llegó a Estados Unidos, recorriendo el país durante tres años, aprendiendo rituales paganos y cumpliendo la promesa hecha a su madre.

En Salem, Massachusetts, Boston, inauguró el primer Centro Hope & Love, traducido como Esperanza y Amor. Dedicó gran parte de su vida a viajar por América, escribiendo libros sobre los conocimientos más profundos de las tribus nativas, explorando la esencia humana desde perspectivas únicas. En 1919, fundó Esperanza y Amor en la ciudad de Piste, Yucatán, México. En 1921, estableció Esperança e Amor, el Centro Esotérico más grande en Brasil. Finalmente, en 1924, llegó a Argentina, donde abrió cinco establecimientos dedicados a la sanación energética y espiritual, ayudando a miles con problemas en el amor.

Antes de su partida, tomé su mano, lo miré a los ojos y le prometí dedicar mi vida a hacer del mundo un lugar mejor. Le dije: "Esperanza y Amor será el mejor refugio para sanar y reavivar el amor". Me enorgullece todo lo que he logrado desde aquella triste despedida. Siempre agradezco al universo por heredar lo mejor de mi padre.

Mi abuela le enseñó a mi padre que hay que esforzarse cada día más, y desde entonces nos dedicamos diariamente a ser los mejores. Nada nos importa más que revivir el amor. Porque, como bien sabemos, ¡el amor todo lo puede!